Si a veces te sientes triste, desilusionado y te da por pensar que todo va a seguir igual, te invito a que hagas una pequeña experiencia:Que te quedes depié en medio de la noche, debajo de las estrellas, que te quedes quieto y en silencio.
El viento comenzará a soplar y vas a poder escucharlo. Poco a poco podrás descubrir que ese viento gime, es el llanto de hambre de muchos niños, es el llanto de las madres que perdieron a sus hijos en guerras inútiles, es el llanto de los desocupados en un mundo que los ignora, es el llanto de los que están solos y olvidados, es el llanto de los enfermos, de los presos, es el llanto del mundo.
Pero si te coges de la mano del otro y prestas atención, el viento también te hará escuchar otras cosas. Desde Calcuta traerá el murmullo de la sensibilidad, desde Argentina (la Rioja) la voz de Angelilli: que habla con un oído puesto en el pueblo y otro en el Evangelio, desde los Haiti: el grito de solidaridad, desde el Salvador de Oscar Romero: la voz de los que no tienen voz, desde los niños: la sonrisa de Dios confiada al mundo, desde padres: la entrega generosa, desde la india de Gandhi: el deseo de paz, desde la Villa 31, memorias del Padre Carlos: el compromiso con los mas pobres, Desde los jóvenes:la experiencia en el cambio, y por ultimo haz un esfuerzo, por un instante aguanta la respiración y sigue en silencio, descubrirás que hay un ruido de fondo, es el ruido en el que los científicos dicen haber descubierto el eco de la primera explosión del universo, pero no, no te engañes, no, ese ruido no es otra cosa que el aliento de Dios que sopló sobre el hombre, y si dejas que ese aliento, esa brisa suave penetre en tu interior, podrás decir, que desde ti, el viento llevará por todos los pueblos el deseo y el compromiso con un mundo mejor.
MªInes(por el humor de Dios)
No hay comentarios:
Publicar un comentario